
En el mundo globalizado actual, presentar documentos oficiales en un idioma diferente al original se ha vuelto algo habitual. En estos casos, no basta con una simple traducción: se requiere una traducción jurada. Este tipo de traducción no solo garantiza la fidelidad del contenido, sino también su validez legal ante organismos oficiales, embajadas, universidades o tribunales.
¿Qué es una traducción jurada?
La traducción jurada es la traducción de un documento oficial realizada por un traductor autorizado o acreditado por un organismo estatal. Este traductor certifica, firma y sella el documento traducido, asegurando que la traducción es fiel y completa con respecto al original. En muchos países, esta figura se conoce como traductor jurado o traductor público.
La traducción jurada tiene carácter legal y se utiliza cuando se necesita presentar documentos ante instituciones oficiales. En algunos contextos, también se le llama "traducción certificada", aunque este término puede variar según el país.
¿Qué documentos requieren traducción jurada?
Los documentos que habitualmente necesitan traducción jurada incluyen:
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Certificados de nacimiento, matrimonio o defunción.
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Documentos de identidad, pasaportes y permisos de residencia.
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Diplomas, títulos académicos y certificados de estudios.
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Sentencias judiciales, contratos notariales y poderes.
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Escrituras de propiedad y documentos mercantiles.
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Informes médicos o certificados sanitarios con validez legal.
Cada país tiene sus propias exigencias respecto a cuándo es obligatorio presentar una traducción jurada. Por eso, es recomendable informarse previamente con la autoridad receptora.
¿Quién puede realizar una traducción jurada?
Solo un traductor jurado oficialmente reconocido por la autoridad competente del país correspondiente puede realizar una traducción jurada. Por ejemplo:
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En España, los traductores jurados están autorizados por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
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En Francia, se llaman “traducteurs assermentés” y están inscritos en los tribunales.
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En Alemania, se habla de “beeidigter Übersetzer” y se certifican a nivel regional.
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En el Reino Unido, la figura exacta del “sworn translator” no existe, pero se aceptan traducciones certificadas por miembros de asociaciones profesionales reconocidas.
Cada traducción jurada debe ir acompañada de una declaración del traductor, su firma, y en muchos casos, un sello oficial. En algunas jurisdicciones, también es necesario adjuntar una copia del documento original.
¿Traducción jurada en papel o digital?
Tradicionalmente, las traducciones juradas se entregaban en formato impreso, firmadas y selladas físicamente. Sin embargo, muchos países están permitiendo también traducciones juradas digitales, firmadas electrónicamente con certificados reconocidos. Estas versiones tienen la misma validez legal que las impresas, siempre que cumplan con los requisitos de autenticidad y seguridad.
¿Por qué no es suficiente una traducción no jurada?
Una traducción común, aunque esté bien realizada, no tiene carácter legal. Las autoridades requieren traducciones juradas porque:
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Garantizan que el traductor tiene la competencia y autorización legal para certificar la fidelidad del documento.
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Aseguran la trazabilidad y responsabilidad del contenido traducido.
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Tienen valor probatorio ante tribunales y organismos públicos.
En muchos casos, presentar una traducción no jurada puede llevar a la rechazo del trámite o a la solicitud de una nueva traducción con validez legal.
¿Cómo elegir un servicio de traducción jurada?
Al buscar una traducción jurada, asegúrate de que:
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El traductor está autorizado por una entidad oficial reconocida.
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El documento incluirá firma, sello y declaración de fidelidad.
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Se cumplan los requisitos de formato exigidos por el organismo receptor (papel, escaneado, firma electrónica, etc.).
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La agencia o profesional cuente con experiencia en el tipo de documento a traducir.
Además, ten en cuenta los plazos de entrega, ya que en algunos casos la entrega física puede demorar más que una traducción digital.
La traducción jurada es un requisito esencial cuando se necesita presentar documentos traducidos con validez legal. Ya sea para trámites de inmigración, homologación de títulos, procesos judiciales o gestiones notariales, contar con una traducción jurada garantiza que tu documentación será aceptada sin problemas. Optar por profesionales certificados es la mejor forma de asegurar la calidad, la legalidad y la puntualidad del servicio.